Diez formas de proteger
tus oídos si eres músico de orquesta
Si eres músico de
orquesta podrías correr un grave riesgo de dañar tu audición a largo plazo.
Janet Horvath expone algunas soluciones simples y eficaces.
Las orquestas sinfónicas
son ruidosas – mucho, de hecho. Las flautas pueden llegar fácilmente a los
112dB y los flautines pueden entrar en el rango perjudicial para los humanos
con unos niveles de ruido de hasta 120 dB. Trompetas y trombones hacen tanto
ruido como las flautas o las trompas y pueden alcanzar los 106dB. El oído
izquierdo de un violinista es particularmente vulnerable, ya que el sonido que
sale de las efes del violín puede llegar a los 100 dB.
Entonces, ¿cómo podemos
proteger a nuestros oídos?
Estudiar a menos volumen
Es importante practicar y
ensayar en dinámicas más suaves. Deja las dinámicas fuertes para el concierto y
evita estudiar en pequeñas habitaciones con superficies duras – cuanto menor
sea el ambiente, mayor es el riesgo. Todo nos suena fabuloso en baños con
azulejos, pero tocar en dichos espacios puede ser perjudicial para nuestra
audición.
Distanciarse
Siempre que sea posible,
aumenta el espacio entre tú y el ruido. En el escenario, esto significa
mantenerse alejado de la percusión, el metal y el flautín. Cuando el distanciamiento
es imposible, usa protección para los oídos.
Utilizar pantallas de
plexiglás
Algunas orquestas
incluyen cláusulas de protección en sus contratos y muchas proporcionan
pantallas de plexiglás. Para que funcione correctamente, la pantalla debe
colocarse a un 5 centímetros del músico al que protege. Si se colocan demasiado
cerca del metal o de la percusión, los sonidos que emiten tienden a reflejarse
de nuevo a ellos mismos, por lo que es difícil para estos músicos regular su
volumen y proyección. Se debe experimentar hasta que todos estén satisfechos.
Las pantallas son efectivas para reducir el impacto o el ataque de los sonidos
fuertes, pero ofrecen una protección limitada porque no pueden reducir el
volumen absoluto de la orquesta. Si crees que estás corriendo un riesgo,
utiliza protección adicional.
Usa tapones para los
oídos
Ten siempre en el
bolsillo, funda o taquilla unos pequeños tapones de espuma para los oídos o
unos tapones reutilizables en su caso. Son baratos y eficaces, y pueden reducir
los niveles de ruido en 20 dB cuando están colocados correctamente. Por
desgracia, estos tapones pueden causar efectos pronunciados de oclusión – hacen
que cuando tragues saliva, hables o tomes la embocadura suene demasiado ruidoso
– y esto puede interferir con tu actuación.
Los están diseñados
específicamente para los músicos y reducen los niveles de ruido en 15 dB y 25
dB, respectivamente. Puesto que son tapones para los oídos profundamente
equipados también hay menos oclusión, pero deben ser ajustados por un
profesional.
Reducir al mínimo su
exposición al ruido
Debes estar alerta de las
situaciones que te expongan al ruido, tanto dentro como fuera del trabajo. En
el trabajo, explica tu malestar con los ruidos e insiste, en el caso de que
trabajes con amplificación, en que los altavoces sean redirigidos; también
insiste en el uso de pantallas y tapones. Lejos del trabajo, evita la música
fuerte y sé consciente de tu exposición al ruido ambiental. Usa protección para
los oídos al emplear herramientas como el soplador de hojas, el cortacésped, la
motosierra o el taladro. Piensa ‘moderación’. Si asistes o tocas en un
concierto muy ruidoso el viernes, no cortes el césped hasta el domingo.
Permítete períodos de descanso auditivos de 16-18 horas siempre que sea posible
y lleva los tapones contigo.
Evitar el transporte
aéreo
Hazlo cuando estés
congestionado con un resfriado o tengas sinusitis o infección del oído, de lo
contrario pueden producirse daños graves. Cuando no se pueden evitar los
viajes, usa un aerosol nasal en cuanto te pongas el cinturón de seguridad y, si
el vuelo es de cuatro horas o más, una vez más, antes del aterrizaje. Pero
recuerda, ninguna actuación merece el riesgo de dañar tu audición.
Alterna tu repertorio
Siempre que sea posible,
estudia alternando piezas ruidosas por otras más silenciosas. Además, los
distintos repertorios implican diferentes demandas en el cuerpo también. Esto
te protege del uso excesivo de un grupo muscular en particular, así como a tus
oídos.
Experimente con las
plataformas
En la orquesta, trata de
poner a los metales en plataformas para que su sonido vaya pasando por encima
de los otros músicos de orquesta.
Evitar voladizos o techos
A veces es útil colocar a
los violinistas bajo un techo o voladizo, que puede amortiguar su sonido, ya
que los sonidos de frecuencias más altas son fácilmente absorbidos por las
superficies tratadas acústicamente. Esta reducción de las frecuencias altas
puede provocar que los violinistas toquen más fuerte con el fin de escucharse
mejor a sí mismos, no sólo aumentando su dosis de sonido, sino también
poniéndoles en riesgo por una lesión por sobreuso.
Canturrea o haz un
zumbido
Cuando haces esto
inmediatamente antes o durante un fuerte sonido como un choque de platillos,
tendrás una protección extra significativa. Chasin dice que esto se debe a que
el músculo del estribo en el oído medio se contrae durante el zumbido,
bloqueando parcialmente los sonidos fuertes que podrían causarnos daños.