¿Por qué nos motiva la
música?
La música puede aumentar
nuestra concentración y rendimiento gracias a su incidencia sobre diferentes
regiones cerebrales
Marcos Fenske | Globe and mail
25 de Junio de 2013
La música puede ser una
fuerza muy poderosa. De hecho, a veces se ha prohibido para evitar que los
atletas obtuvieran una ventaja injusta en las competiciones. ¿Por qué? Por su
capacidad para activar y aumentar la resistencia.
Son muchas las personas
que buscan correr un maratón y que salen con auriculares de casa. Las melodías
adecuadas pueden ser de gran ayuda en esa parte de nosotros que necesita un
empujón para moverse.
¿Cómo aumenta la
motivación con música y cómo nos ayuda a encarar tareas más aburridas?
Uno de los efectos
energizantes de la música proviene de su capacidad de participar en el sistema
nervioso simpático del cuerpo. La activación de este sistema prepara al cuerpo
para la acción cada vez que nos enfrentamos a un reto en nuestro entorno.
Las vías respiratorias se
abren, el ritmo cardíaco se acelera, y los músculos están preparados para
moverse. Las percepciones auditivas – los sonidos bruscos o aquellos que de
repente aumentan en frecuencia o volumen – se disparan para alertar respuestas.
También se incrementa la excitación fisiológica.
La música se compone de
patrones de sonidos que afectan a los niveles de excitabilidad física. Un
simple aumento en el ritmo de la música que escuchamos, por ejemplo, puede
acelerar el pulso y acelerar la respiración. Y esto puede ser positivo para
hacer ejercicio físico o para enfrentarte a una tarea tan aburrida que de otro
modo te dormiría.
La música también afecta
a la coordinación de las actividades entre las diferentes partes del cerebro.
Los estudios que examinan los patrones de actividad eléctrica sugieren que la
sincronización de las señales del cerebro es importante para vincular los
procesos perceptuales, cognitivos y motores.
Resultados recientes
sugieren además que el ritmo repetitivo, como el musical, sincroniza las ondas
cerebrales de manera que particularmente útiles en el acoplamiento de lo que
escuchas y cómo te mueves. La coordinación y la ejecución de los movimientos
musculares repetitivos pueden ser más eficientes, haciendo coincidir los
movimientos a un ritmo musical. Un ejemplo de esto lo tenemos en los individuos
que, cuando corren, escuchan música. Consiguen ir más rápido y consumir menos
oxígeno que los que no se acompañan de canciones.
Se ha demostrado que la
música alegre aumenta los sentimientos positivos acerca de la intensidad del
ejercicio en comparación con música menos intensa
La resistencia física y
mental también puede mejorar con la capacidad de la música para desviar nuestra
atención de los aspectos negativos de una tarea. El sistema de atención del
cerebro, que incluye algunas de las regiones superior y exterior de los lóbulos
frontal y parietal, actúa para mejorar el rendimiento en las áreas que están
trabajando y reducen la actividad de otras áreas del cerebro.
Centrándose en las
canciones motivadoras y las señales cerebrales, se ha demostrado que la música
alegre aumenta los sentimientos positivos acerca de la intensidad del ejercicio
en comparación con música menos intensa.
De hecho, gran parte del
poder de la música radica en su capacidad de provocar reacciones emocionales y
mejorar el estado de ánimo. Investigaciones recientes de neuro-imagen han permitido
un aumento dramático en nuestra comprensión de cómo las diferentes redes de
regiones cerebrales relacionadas con la motivación y la emoción producen estas
experiencias afectivas, del escalofrío
visceral corriendo por la propia columna vertebral, a la sensación de poder que
puede surgir un buen conjunto de letras, o recuerdos intensamente positivos
asociados con una pieza musical favorita.
Así que la próxima vez
que te enfrentes a una gran tarea, piensa en una opción musical para dar a tu
cerebro y tu cuerpo un impulso motivacional.