Relajación
y musicoterapia para el dolor postoperatorio
Las técnicas de relajación y la
musicoterapia se usan con frecuencia como ayuda del manejo del malestar y para
equilibrar la analgesia y efectos adversos en pacientes que van a ser
intervenidos.
Se utilizaron las fuentes Medline (1982-1995), "Cumulativa Índex of
Nursing" y "Allied Health Literature" (1982-1995) junto con
"PsychLit" (1971-1995) como medio de búsqueda de artículos que
valorasen los efectos de la relajación y la música en el dolor agudo
postoperatorio. Se buscó también en el "Journal of Music Therapy" y
en otros libros de texto de forma manual. Se obtuvieron datos sobre
efectividad. Los estudios se clasificaron de acuerdo con el diseño (p.e.
aleatorizados, no aleatorizados, no controlados).No se utilizó un instrumento
predefinido a la hora de obtener los datos. Se realizó un análisis descriptivo.
Los
criterios de inclusión fueron: estudios publicados; valoración de la relajación
y/o musicoterapia como tratamiento del dolor postoperatorio en adultos. En condiciones clínicas como el estrés
quirúrgico, y el dolor crónico y agudo, la música ha demostrado ser una
importante intervención terapéutica. Se han realizado investigaciones en
Alemania y en el marco de la Sociedad Internacional de Música en Medicina,
focalizadas en la aplicación de estímulos musicales en condiciones quirúrgicas
y en tratamientos del dolor (Spintge, 1982, Spintge y Droh, 1987, 1991, Hatano,
Oyama, Kogure, Okura y Spintge, 1983).
Según refiere Spintge, en condiciones de
dolor crónico, la percepción consciente, la autoestima y los sentimientos
subjetivos, están tan deteriorados como los sistemas de regulación
cardiovascular y cardiorespiratorios, el control hormonal, así como los
sistemas de procesamiento de la información motora, sensitiva y perceptiva.
Considerando la enfermedad como un fenómeno holístico, que demanda un abordaje
terapéutico que incluya aspectos emocionales, psicológicos, sociales y
biológicos, se han testeado intervenciones que no sean la farmacológica,
incluyendo estímulos olfatorios, ópticos y acústicos. En mas de 120000
pacientes, los resultados clínicos demostraron que se alcanzo una mayor
reducción de la ansiedad y el dolor mediante el uso de la música (Spintge,
1999).
Según el citado autor, la aplicación
terapéutica de la música dentro de un tratamiento multimodal del dolor agudo y
crónico puede impactar en diferentes niveles de reacciones de stress y
procesamiento del dolor.
Por un lado, según el autor, la influencia
de la música (un estímulo muy complejo) en la conciencia es muy poderosa en
comparación con otros estímulos ambientales. Por otro lado, centros
subcorticales de procesamiento del dolor y control emocional tales como el
sistema límbico están directamente inhibidos. Además, las estructuras
inhibitorias del dolor descendentes del sistema nervioso central se activan en
la manera en que Melzack y Wall (1965, 1976) han descripto en su adaptada
versión de la “teoría de control de puertas” (gate control theory).
A su vez, el nuevo concepto de la
neuroplasticidad (neuroplasticity) explica la reprogramación genética de las
células de la raíz del nervio dorsal (dorsal root nerve cells) que han sido
previamente sensibilizadas contra la entrada del dolor (Zieglagaensberger,
1998). “…Estos conceptos nos fuerzan a reconsiderar el rol de las así
llamadas terapias complementarias en general, porque encontramos que el genoma
de las células nerviosas puede ser reprogramado, por ello cambian sus
capacidades funcionales. Este proceso era considerado imposible pocos años
atrás. Además la entrada continua de un estímulo idéntico influye sobre esa
reprogramación...”
Otra meta de la influencia de la música
sobre la percepción del dolor, según sostiene Spintge, tiene que ver con
la detonisación muscular musicogénica (musicogenic muscle detonisation). La
propiocepción de los músculos esqueléticos influye en los estados emocionales y
en la percepción del dolor, y vice versa (Gellhorn, 1964; Roederer, 1985;
Simons, 1988).