Ayuda a sanar heridas con su música?
A menudo la violinista Ji-Hae Park (Alemania, 1985)
hace de sus conciertos lúdicas conferencias.
Lejos de ahuyentar al público, con este método atrae a
más espectadores a la música clásica.
En su afán por eliminar los prejuicios que existen
hacia la música de concierto, la coreana se toma el tiempo para explicarle a la
audiencia qué es lo que está escuchando.
“De esa manera entienden e incluso son capaces de
sentir lo que experimento al interpretar las obras”, explica Ji-Hae, quien hoy
se presentará en el Anfiteatro Simón Bolívar, a las 19:30 horas, dentro de la
programación del Festival Centro Histórico México.
Al año ofrece un promedio de 200 conciertos en salas
de alto prestigio como el Carnegie Hall, el Kennedy Center y el Walt Disney
Concert Hall.
Alrededor de 50 de sus presentaciones tienen lugar en
hospitales, prisiones e iglesias, como muestra del interés que tiene en
alcanzar nuevos públicos.
Ayer, nada menos, estuvo en la estación del Metro
Chabacano.
Aunque suene trillado que la música posea un poder
curativo, la coreana sufría una fuerte depresión e incluso llegó a pensar en
morir y gracias al violín pudo gradualmente restaurar su alma.
“El violín es el instrumento con el que yo llevo un
mensaje: que la música ayuda a sanar ciertas heridas”, expresa la también
compositora, cuyos arreglos podrán escucharse hoy, en un programa que incluye
obras de Brahms, Rachmaninov y Saint-SaÎns.