Estar
cerca de la música: Una buena idea para 2014
Hay
cosas que no podemos comunicar si no es a través de la música. Por eso, si hay
algo en lo que no podríamos estar en desacuerdo es que una vida sin ella no es
vida. Escucharla y hacerla nos permite expresar y experimentar sentimientos que
no encuentran lugar en nuestras palabras. Las melodías nos pueden transportar a
la infancia, a los primeros días de enamoramiento y hasta darnos energía para
sobrellevar malos momentos ¿Por qué será que la música tiene esos efectos sobre
nosotros? Diferentes estudios se centraron en ello y todos sus resultados nos
llevan a pensar que este año nuevo debe empezar con la música en alto.
No te
olvides nunca de cantar
Todos
tenemos esa canción favorita que cantamos debajo de la ducha cuando nadie nos
ve y que, por algún motivo, nos hace sentir bien. Este 2014 no dejes de hacerlo
pero, además, ¿por qué no te animas a cantar afuera de la ducha junto a otras
personas? Nick Stewart, psicólogo de la Universidad inglesa de Oxford Brookes,
realizó una investigación en la que demostró que las personas que cantan en
coros se sienten más felices que aquellas que cantan solas o no lo hacen. La
experiencia de utilizar la voz para hacer música se vuelve más productiva si
uno se siente parte de un grupo social. El estudio sugirió que el movimiento y
la respiración en sincronización con otros podría ser el motivo de esta
inigualable sensación de felicidad.
La
música también puede ser nuestra mejor compañía a la hora de hacer deporte,
estudiar y hasta hacer algunos trabajos. Pero no sólo nos ayuda a distraernos
para que el trabajo parezca más fácil, sino que sucesivos estudios demostraron
que también mejora nuestro desempeño de forma notable.
En
cuanto al campo deportivo, se comprobó que escuchar música favorece el
rendimiento de deportes en equipos. Por otro lado, investigadores del Instituto
Max Planck para la cognición humana y la ciencias del cerebro lograron
demostrar que escuchar música mientras se realiza una actividad física hace que
el esfuerzo sea menos cansador. La razón podría ser que la música incrementa la
coordinación muscular disminuyendo el gasto energético y volviendo la actividad
más productiva.
Además,
la música es una gran compañera para atravesar malos momentos. Pero lo curioso
es que, muchas veces, elegimos canciones tristes y son precisamente esas, y no
las más festivas, las que logran animarnos ¿Por qué disfrutamos escuchando
música triste? Un nuevo estudio realizado por Ai Kawakami y sus colegas en la
Universidad de Artes de Tokio y el Instituto de Ciencia Cerebral RIKEN intentó
responder esta pregunta. Para ello, 44 voluntarios se expusieron a escuchar dos
piezas de música triste y una alegre, y luego cada uno debió calificar su
estado de ánimo y su percepción musical.
Los
voluntarios tendieron a experimentar las piezas tristes más trágicas y menos
románticas en comparación a cómo se sentían ellos mismos cuando las escuchaban.
De esta forma, lograron evocar emociones positivas.
Los
investigadores señalaron que al no implicar una amenaza real para nuestra vida,
la experimentación de tristeza mediante el arte puede producir placer. Así, la
música triste podría ayudar a las personas a aliviar las emociones negativas de
su día a día.
Otros
estudios revelaron que la música triste y otras manifestaciones artísticas
dramáticas suelen ser la mejor opción luego de las rupturas amorosas, incluso
cuando hay otras opciones más placenteras disponibles. La razón sería que las
piezas artísticos compatibles con el propio estado de ánimo pueden funcionar
como una compañía y también un sustituto para atravesar los problemas
sentimentales o la pérdida de la pareja.
Positiva
para el desarrollo de los niños
Quienes
también pueden favorecerse ampliamente con la música son los niños. Aunque el
aprendizaje puede ser ruidoso y darnos algún dolor de cabeza, si consiguen
dominar un instrumento musical, los beneficios pueden ser asombrosos.
Päivi-Sisko
Eerola, investigadora de la Universidad de Jyväskylä, Finlandia, realizó un
estudio en el que demostró que la aplicación de horas extras de clases de
música en la escuela, luego de varios años, puede ayudar a que los niños se
identifiquen más con la clase, mejoren su rendimiento y se sientan más
satisfechos al realizar actividades escolares. La sincronización que implica
cantar en un coro o tocar en una banda permite que los alumnos experimenten una
satisfacción particular que los ayuda a entenderse con el otro y generar un
vínculo más estrecho y positivo que no encuentran en las otras materias
escolares. En este sentido, Eerola afirmó que: “La satisfacción de los alumnos
permite que la escuela sea un mejor lugar para todos”.
Asimismo,
profesionales de la Escuela de Psicología de la Universidad del Oeste de
Londres pudieron observar que los niños que hacen música, ya sea cantando o
tocando un instrumento, mejoran su comportamiento social y adquieren
herramientas para resolver por sí mismos los problemas que se generan entre
ellos.
El
estudio que realizaron consistió en separar en diferentes grupos a 48 niños y
niñas de cuatro años para que llevaran a cabo diferentes tareas. Algunos se
dedicaron a tocar instrumentos y cantar, y otros a escuchar historias. Luego,
todos participaron en juegos que implicaban la ayuda mutua. Aquellos que
participaron del grupo musical incrementaron significativamente su
predisposición a ayudar al otro en relación a los que estuvieron en el grupo de
lectura. Rie Davis, integrante de la investigación, señaló que: “Este estudio
muestra la necesidad de que los padres y la escuela entiendan la importancia
del rol de la música en la vida de los niños en cuanto a relaciones sociales y
comportamientos cooperativos”.
Ahora
que sabes los beneficios que trae la música, ¿cómo vas a hacer para acercarte a
ella este 2014?